Tras la final de Glasgow, ayer el equipo se sacó una pequeña espina que todavía tenía clavada. Es más, en el tercer partido por tierras andaluzas se enterró definitivamente el fantasma de las remontadas. Ayer el equipo se rehizo, cuando parecía más tocado y de la mano de su capitán se alzó con la victoria, una victoria vital para acallar el alarmismo que comenzaba a reinar entre la parroquia periquita.
La reedición de la pasada final de la copa de la UEFA no fue retransmitida por ningún canal español, ni en abierto ni por PPV, gracias a esos mafiosos de AVS y Mediapro ( Roures & Benet) que son el actual cáncer del fútbol moderno. Una verguenza.
Haciendo gala de recursos interneteros ( http://wwitv.com/ ), conseguí ver la segunda parte en una micropantalla conectándome a un canal chino, manda narices. La primera parte tiré de transistor escuchando a Javier De Haro y me evocó la época no tan lejana del malogrado Fernández Abajo ( ...la flor de la Isabela, auténticos puros de filipinas pata de elefante) en la que únicamente se podía seguir los partidos en campo contrario por la radio.
En tan precarias condiciones no hay quien escriba una crónica mínimamente decente, pero se intentará.
Para comenzar, la alineación de Valverde ya fue toda una sorpresa. Una de cal y una de arena. Por fin se confiaba en Jonatas pero en detrimento de Tamudo. Un Coro inoperante en el último partido era sustituido por Valdo ( el hombre con más sangre de horchata, tras la retirada de Roger). Se le dió descanso a Zabaleta y en su lugar alineó a Mari Lacruz. Chica suplió a Clemente.

En la segunda parte y tras un contragolpe de libro, Luis García marcaba el segundo. Esta vez el partido no se podía escapar.
Los sevillistas quemaron todas sus naves, pusieron 3 delanteros + 2 extremos y apretaron de lo lindo. En uno de los mucho centros al área Jarque desvió el balón con tan mala fortuna que marcó en propia puerta. Comenzaron los nervios. El Sevilla intensificó su presión, Capel centró ante la pasividad de Lacruz y Kone ( otro más de los gigantes de ébano sevillistas) marcó de impecable cabezazo, Kameni se la tragó with potatoes.
Ja hi som! Otra vez! Somos unos desgraciaos, esto solo nos pasa a nosotros. No hay dos sin tres. Estaba cantado que este partido nos lo iban a remontar.
Pero de pronto a Valverde se le encendió la luz y en un arrojo de valentía sentó al desdibujado Valdo para dar entrada a Raúl Tamudo Montero y se obró el milagro.
Minuto 88, contra de tiralíneas de todo el equipo y Tamudo el más listo de la clase bate en su salida a Palop. Tres puntos al zurrón y una dioptría más que me he ganado por ver el partido en tan pésimas condiciones.